No soy feminista pero a veces me canso de jugar un juego
masculino.
Me canso de tener que adaptarme a pensar como un hombre,
¿por qué?
Porque se supone que como mujer estoy más evolucionada,
tengo la capacidad de abrirme al amor de una manera que, lamentablemente, el
hombre no tiene acceso, al menos no de igual forma.
El hombre tiene el corazón cerrado de entrada.
Lamentablemente es así. Me gustan los hombres, estoy soltera, pero cualquier
mínimo acercamiento íntimo los espanta.
Tengo habilidades artísticas y cierta inteligencia creativa,
pero eso, lejos de hacerme apetecible, atractiva, los aleja. Se divierten un
rato, se entretienen, como cuando me pongo delante de ellos en un concierto, un
entretenimiento más. Pero yo tengo mucho que decir, y más que aportar, pero
ellos, en parte lo quieren, en parte les da miedo, y de nuevo se alejan. Quizás
para ellos es “demasiado” y es lamentable todo lo que se pierden. El hombre lleva
un proceso evolutivo con mucho, mucho retraso.
Tengo mi figura, mi cuerpo, pero no quiero exhibirlo para
sentirme como un jamón en la carnicería, es mi cuerpo, es bonito, pero si tan sólo el hombre abriera los ojos y
descubriera lo que hay dentro, con valentía, no vería solo curvas, vería tantísimo,
recibiría tanto.
El hombre no entiende que si me conoce, y si lo conozco, de
alguna manera lo querré. Es mi naturaleza amorosa, pero demasiadas veces he
tenido que pensar como él, marcar distancia, elegir lo que él elegiría, jugar
su juego de indiferencia, de “practicidad”, de sexualidad sin fundamento, sin
amor.
No me preocupa no ser valorada de la misma forma que un
hombre, afortunadamente, siempre me he sentido apreciada por mis méritos, lo que sí me afecta es tener que comportarme
de cierta manera para que el mundo masculino no se sienta demasiado retado
emocionalmente, y no cierre la puerta de un trancazo por cobardía, como muchas veces
ya me ha pasado.
Perdonen hombres heterosexuales que leen esto, pero ustedes
han sido muy cobardes, demasiadas veces. ¿Recuerdan cuando la hombría era
sinónimo de valentía? Eso debe de ser un mito.
Hombres homosexuales, gracias por ser hombres y por estar a
la vez en contacto con su ser femenino. Lástima que hayan elegido otros
hombres, siempre lo he pensado.
A veces me canso de jugar el juego masculino, me estoy cansando
mucho.